-Espero que te guste. –Me dijo Pattie con una gran sonrisa sobre su rostro. Ahora nos encontramos en la que será mi habitación mientras esté aquí; no puedo quejarme, la habitación es preciosa, las paredes son de un color rosa pastel, que hacen juego con el edredón que cubre la cama, las cortinas son blancas con pequeños puntos negros, la habitación tiene un escritorio de color beige con un ordenador portátil sobre él, el armario hace juego con el escritorio y tengo un baño propio.- ¿Y bien? –Preguntó Pattie con cierta ansia, deseaba saber mi opinión sobre la habitación.
-¿Bromeas? ¿Enserio esta habitación es para mí? Dios Pattie, ¿te he dicho ya que te quiero? –Me acerque a ella y le di un tierno abrazo- Gracias –Sonreí.
-No las des cariño, es lo menos que puedo hacer, para mí a sido un placer decorar esta habitación para ti cielo, me alegro de que te guste -¿He dicho ya que su sonrisa me encanta? Sí, creo que si- Bueno cielo yo voy a bajar para preparar la comida, de mientras puedes instalarte ya o hacerlo más tarde, como tu prefieras.
-Voy a instalarme ya si no te importa, para tener la tarde libre –Sonreí.
-Me parece perfecto cielo, cualquier cosa no dudes en decírmelo o decírselo a Justin, estás en tu casa… ¡Ah! Se me olvidaba, no te preocupes por Justin, ya he hablado con él –Sonreí y ella me guiño un ojo, acto seguido salió de mi habitación cerrando la puerta a su paso.
Suspire y me dirigí hacia mi maleta, que se encontraba al lado de la puerta, la cogí y la deje sobre la cama. Empecé a sacar ropa y colgarla en las perchas del armario. Una vez acabe de colgar la ropa me arme de valentía y decidí bajar para ayudar a Pattie con la comida. Abrí la puerta de mi habitación lentamente y asome la cabeza, mire a ambos lados, no está. Baje lentamente las escaleras, no tenía ganas de discutir con Justin, dude en si bajar o no el ultimo escalón, pero me decidí por bajarlo. Me dirigí a la cocina, pero para hacerlo tenía que traspasar el salón, y para mi desgracia, allí se encontraba Justin jugando a la play.
-Valla, mira a quien tenemos aquí, si es cabeza de melón.- Dijo Justin sin despegar la vista del televisor.
-Para mi desgracia si, será muy duro tener que soportar ver tu cara de huevo todos los días. –Le conteste yo, Justin aparto su vista del televisor y se levanto dirigiéndose a mí, o no, esto no pinta nada bien.
-¿Qué has dicho? –Dijo en tono desafiante.
-Encima sordo… -Susurre, con la intención de que pudiera escucharlo.
-A mi no me vaciles cabeza melón –Se acerco a mí y me señalo con su dedo índice.
-¿Sabes? Paso de discutir contigo cara huevo. Me voy a ayudar a tu madre. –Y así, sin más, me fui directa a la cocina sin darle tiempo a que pudiese contestarme.
-¡Cielo! ¿Ya has desempaquetado tu maleta? –Pattie estaba cortando un trozo de lechuga, supongo que para una ensalada- ¿Necesitas algo cariño?
-No, venia a ayudarte a preparar la comida. –Sonreí, Pattie me miro a los ojos y me devolvió la sonrisa.
-No hace falta cielo, casi he terminado.
-Da igual, yo te ayudo con lo que sea. –Insistí.
-Pattie suspiro y se dio por vencida, cuando me encabezono con algo, no paro hasta darme por satisfecha- Esta bien, ves cortando aquella cebolla, vamos a preparar una ensalada, ¿te parece? –Pregunto.
-Me parece. –Conteste sonriendo.
Cogí la cebolla y empecé a cortarla en trocitos pequeñitos, alguna que otra lagrima se escapa sin previo aviso de mis ojos, por culpa del escozor que producía la cebolla.
-¿Bromeas? ¿Enserio esta habitación es para mí? Dios Pattie, ¿te he dicho ya que te quiero? –Me acerque a ella y le di un tierno abrazo- Gracias –Sonreí.
-No las des cariño, es lo menos que puedo hacer, para mí a sido un placer decorar esta habitación para ti cielo, me alegro de que te guste -¿He dicho ya que su sonrisa me encanta? Sí, creo que si- Bueno cielo yo voy a bajar para preparar la comida, de mientras puedes instalarte ya o hacerlo más tarde, como tu prefieras.
-Voy a instalarme ya si no te importa, para tener la tarde libre –Sonreí.
-Me parece perfecto cielo, cualquier cosa no dudes en decírmelo o decírselo a Justin, estás en tu casa… ¡Ah! Se me olvidaba, no te preocupes por Justin, ya he hablado con él –Sonreí y ella me guiño un ojo, acto seguido salió de mi habitación cerrando la puerta a su paso.
Suspire y me dirigí hacia mi maleta, que se encontraba al lado de la puerta, la cogí y la deje sobre la cama. Empecé a sacar ropa y colgarla en las perchas del armario. Una vez acabe de colgar la ropa me arme de valentía y decidí bajar para ayudar a Pattie con la comida. Abrí la puerta de mi habitación lentamente y asome la cabeza, mire a ambos lados, no está. Baje lentamente las escaleras, no tenía ganas de discutir con Justin, dude en si bajar o no el ultimo escalón, pero me decidí por bajarlo. Me dirigí a la cocina, pero para hacerlo tenía que traspasar el salón, y para mi desgracia, allí se encontraba Justin jugando a la play.
-Valla, mira a quien tenemos aquí, si es cabeza de melón.- Dijo Justin sin despegar la vista del televisor.
-Para mi desgracia si, será muy duro tener que soportar ver tu cara de huevo todos los días. –Le conteste yo, Justin aparto su vista del televisor y se levanto dirigiéndose a mí, o no, esto no pinta nada bien.
-¿Qué has dicho? –Dijo en tono desafiante.
-Encima sordo… -Susurre, con la intención de que pudiera escucharlo.
-A mi no me vaciles cabeza melón –Se acerco a mí y me señalo con su dedo índice.
-¿Sabes? Paso de discutir contigo cara huevo. Me voy a ayudar a tu madre. –Y así, sin más, me fui directa a la cocina sin darle tiempo a que pudiese contestarme.
-¡Cielo! ¿Ya has desempaquetado tu maleta? –Pattie estaba cortando un trozo de lechuga, supongo que para una ensalada- ¿Necesitas algo cariño?
-No, venia a ayudarte a preparar la comida. –Sonreí, Pattie me miro a los ojos y me devolvió la sonrisa.
-No hace falta cielo, casi he terminado.
-Da igual, yo te ayudo con lo que sea. –Insistí.
-Pattie suspiro y se dio por vencida, cuando me encabezono con algo, no paro hasta darme por satisfecha- Esta bien, ves cortando aquella cebolla, vamos a preparar una ensalada, ¿te parece? –Pregunto.
-Me parece. –Conteste sonriendo.
Cogí la cebolla y empecé a cortarla en trocitos pequeñitos, alguna que otra lagrima se escapa sin previo aviso de mis ojos, por culpa del escozor que producía la cebolla.
Cuando terminamos de comer, subí a mi habitación y cogí mi móvil, marque el número de Stefany y proseguí a llamarla. Valla, mira que soy despistada, se me ha olvidado presentaros a Stefany. Stefany, junto con Destiny, son mis mejores amigas, llevamos juntas desde los tres años y somos inseparables. Físicamente es alta y delgada, su cabello es lacio y de un precioso color rubio platino, sus ojos son celestes y su piel es clara. Su carácter puede llegar a ser bastante fuerte, pero es muy cariñosa y comprensiva, puede llegar a ser un poco presumida y cabezona, pero nada que no arregle con su ternura.
LLAMADA TELEFONICA:
-¿Si? –Pregunto Stefany, ¿acaso no tiene mi número guardado?
-¿No?
-¿Mía?
-¡Dime!
-Si has sido tú quien me ha llamado. –Tan inocente como siempre.
-¡Ha!, se me había olvidado... –No pude reprimir unas pequeñas carcajadas.
-Suspiró- ¿Qué quieres? –Pregunto.
-¿Tienes algo que hacer esta tarde?
-He quedado con Bill, ¿Por? –Se me olvido decir, que Stefany tiene novio, su nombre es Bill, y es el mejor amigo de Joss.
-Oh… -Dije desganada- Entonces nada, era para quedar o algo, tengo tantas cosas que contarte…
-¿Otro día va? Y… ¿Qué cosas? –Es cotilla por naturaleza.
-Solo te digo que pasare seis meses en casa de cara huevo, ¡adiós! –Colgué, me encanta dejarla con la intriga, si, lose, soy mala.
Deje mi móvil sobre el escritorio y me tumbe sobre la cama, ¿Quién me diría a mí que pasaría seis meses viviendo con Justin? Suspire y cerré mis ojos, pero un ruido ensordecedor hizo que los abriera y pusiera mi cuerpo erguido. Mire hacia la puerta, Justin la había abierto de un portazo.
-Se agradece que llames a la puerta antes de entrar. –Dije fulminándolo con la mirada. Este pasó de mi comentario y se acerco a mí.
-Mama dice que bajes. –Y sin más, se marcho.
Suspire y salí de mi habitación, mientras bajaba por las escaleras pude oír a Justin Gritar.
-¿Qué? ¡No!
LLAMADA TELEFONICA:
-¿Si? –Pregunto Stefany, ¿acaso no tiene mi número guardado?
-¿No?
-¿Mía?
-¡Dime!
-Si has sido tú quien me ha llamado. –Tan inocente como siempre.
-¡Ha!, se me había olvidado... –No pude reprimir unas pequeñas carcajadas.
-Suspiró- ¿Qué quieres? –Pregunto.
-¿Tienes algo que hacer esta tarde?
-He quedado con Bill, ¿Por? –Se me olvido decir, que Stefany tiene novio, su nombre es Bill, y es el mejor amigo de Joss.
-Oh… -Dije desganada- Entonces nada, era para quedar o algo, tengo tantas cosas que contarte…
-¿Otro día va? Y… ¿Qué cosas? –Es cotilla por naturaleza.
-Solo te digo que pasare seis meses en casa de cara huevo, ¡adiós! –Colgué, me encanta dejarla con la intriga, si, lose, soy mala.
Deje mi móvil sobre el escritorio y me tumbe sobre la cama, ¿Quién me diría a mí que pasaría seis meses viviendo con Justin? Suspire y cerré mis ojos, pero un ruido ensordecedor hizo que los abriera y pusiera mi cuerpo erguido. Mire hacia la puerta, Justin la había abierto de un portazo.
-Se agradece que llames a la puerta antes de entrar. –Dije fulminándolo con la mirada. Este pasó de mi comentario y se acerco a mí.
-Mama dice que bajes. –Y sin más, se marcho.
Suspire y salí de mi habitación, mientras bajaba por las escaleras pude oír a Justin Gritar.
-¿Qué? ¡No!
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